Sí, has leído bien. No confíes en Cuvex.
Puedo contarles sobre los tres años de investigación y desarrollo, cómo hemos logrado patentar nuestra tecnología a nivel mundial y los varios millones de dólares invertidos. Puedo recordarles que tienen acceso total a nuestro código fuente, que es verificable, visible, editable y compilable por cualquier persona. La misma condición se aplica a nuestro hardware. También puedo hablarles de los poderosos avances en marcha, como nuestro Cuvex 2.0, o el script que permite descifrar un criptograma creado por Cuvex, siempre que tengan la contraseña y una copia de la tarjeta, desde cualquier PC. Esto los hará completamente independientes de nosotros para recuperar su secreto en el futuro.
Pero lo cierto es que no hay nada que podamos decir que garantice que Cuvex estará siempre a su disposición, brindándole el apoyo y la asistencia que necesita para el resto de su vida y la de sus descendientes.
En el mundo actual, cualquier proyecto debe superar innumerables dificultades para tener éxito y convertirse en una empresa que trascienda a sus creadores.
Sin duda, desaparecen muchas más empresas que las que sobreviven.
Además, no confíes en nadie, no confíes en Ledger, no confíes en Trezor, no confíes en Coldcard, no confíes en nadie.
Cualquier empresa puede cerrar, venderse a nuevos propietarios o simplemente mentir sobre lo que afirma.
Eres responsable de tu propia custodia, y eso significa no confiar en nadie.
Utiliza las herramientas existentes que más te convenzan y ten siempre un plan B.
Si estás aquí leyendo esto es porque eres responsable de tu autocustodia y deseas alcanzar tranquilidad mental.
Todas sus propiedades, ahorros e inversiones en criptoactivos dependen de la custodia de un conjunto de palabras y de cómo usted almacena de forma segura estas palabras para acceder a ellas cuando sea necesario.
Palabras que debes poder recuperar en cualquier momento sin depender de nada ni de nadie.
Está claro que el papel no es una buena opción: se puede mojar, quemar, fotografiar, robar, copiar o destruir de mil maneras diferentes y sencillas. No hace falta una guerra o un terremoto para que un trozo de papel escondido en algún lugar se destruya.
¿Qué se puede hacer? ¿Cuál es la mejor manera de implementar la autocustodia?
Sólo puedo compartir mi experiencia y usted puede utilizar esta información según le interese y beneficie.
Supongo que, como la mayoría, no fui de los primeros en adentrarme en Bitcoin. Cuando uno empieza en esto, se ve abrumado por todo lo que desconoce y la gran cantidad de situaciones adversas que se han presentado en los últimos años.
La mayoría de nosotros comenzamos creando una cuenta en un exchange y comprando cantidades no demasiado significativas.
Un día, después de ver muchas noticias duras donde la gente pierde todo por estar en un exchange, decides asumir la autocustodia. No porque tengas una gran cantidad invertida, sino para aliviar esa tensión de tu mente y cumplir con el noble objetivo de Bitcoin: ser el único que tenga el control sobre tu inversión. ¡No sobre tus claves, no sobre tus criptomonedas!
En ese momento, buscas, lees mil foros y decides en qué wallet confías… La primera situación complicada… Una vez que te decides, este wallet, ya sea hardware o hot wallet, crea 12 o 24 palabras para ti. Utilizando un supuesto algoritmo de entropía en el que debes confiar ciegamente. Bueno, ese es otro tema. Si te interesa, lee sobre ello aquí.
Lo importante es que aquí es donde empieza el verdadero reto. De repente, te encuentras con las famosas claves. Ahora estás en la situación de "¡Mis claves, mis criptomonedas!".
Uffffff, el miedo, la inseguridad y la ansiedad se apoderan de nosotros…
¿Cómo es posible que todo dependa de unas pocas palabras?
¿Cómo es posible que sólo pueda y deba escribirlas en papel?
¿Cómo es posible que la más alta tecnología financiera de nuestro tiempo base toda su seguridad en una invención de Cai Lun durante la dinastía Han?
Pues sí, exactamente, la forma más segura de guardar estas palabras era escribirlas en papel. Y tanto es así, que este trozo de papel forma parte del merchandising de todas las carteras de hardware.
Bueno, como todos, hice lo mismo y los escribí en un papel.
No recuerdo el tiempo exacto, pero muy poco tiempo después, menos de una semana, ya había comprado algunas placas de acero.
Lógicamente ¿cómo podría confiar en un trozo de papel?
Bueno, ahora sabía que mis palabras no serían destruidas fácilmente. Pero muy pronto descubrí que yo estaba en una situación muy similar.
Mi placa de acero era solo una copia/redundancia de mi frase inicial. Si alguien simplemente las ve, puede copiarlas, fotografiarlas, robarlas, etc.
¿Dónde escondo mi placa de acero?
¿Hago otra copia y se la envío a un familiar?
¿Transfiero la responsabilidad a ese familiar?
¿Cual es el costo de cada copia de acero?
¿Cómo viajo con mis placas de acero?
¿Cómo los recupero si no estoy cerca de mi placa de acero y la necesito?
Dios… mil nuevos problemas arremolinándose en mi mente…
¡Aquí y por estos motivos nació Cuvex!
Cuvex es la redundancia de alta seguridad perfecta para crear copias de su frase semilla.
Sí, si aún no confías en nosotros, te recomiendo que tengas una placa de acero, sólo una, y la entierres en un lugar que nadie jamás podría imaginar. Hazlo de tal manera que, incluso para ti, te suponga un esfuerzo significativo desenterrarla.
Y usa Cuvex para tener copias seguras y accesibles desde cualquier lugar. Puedes enviar clones de tu frase semilla en una simple tarjeta NFC a 20 familiares y amigos, ubicados en 20 lugares diferentes. Nunca podrán acceder a ella sin la contraseña de cifrado. No hay peligro si te las roban, no se pueden fotografiar y si pierdes alguna de tus copias, siempre que accedas a una de ellas, nunca tendrás que desenterrar tu placa de acero.
Sólo el tiempo dirá si Cuvex estará a tu servicio durante toda tu vida.
Sólo puedo garantizar que mientras esté al frente de nuestra empresa, pondremos todo nuestro trabajo, esfuerzo, creatividad, conocimiento y recursos en crear la mejor tecnología posible para ayudarle en esta apasionante tarea.
Mi objetivo es que nunca tengas que desenterrar tu placa de acero.
Cristóbal Rosa
Director ejecutivo de Cuvex